lunes, 23 de febrero de 2015

¿Qué me está pasando?

Hoy estuve todo el día nerviosa, como de mal humor. No sólo por el calor... sino por el quiebre que estaba anticipando. No quería ir a la entrevista por que hablé con algunas personas que conocían el colegio y me anticiparon lo que me econtre: todo lo que detesto del mundo, de las "formas" .... de la forma de vincularse. Cuando entré se me retorció el corazón y me dieron ganas de salir corriendo (no podía). Sinceramente, me lastimó. 

¿Qué me está pasando? 

En el bar conocí mucha gente. Gente linda, gente buena, que me halagó más que nunca antes (cualidades que son las que me gustan). Algunos sólo por que estaban borrachos. Otros me miraron a los ojos y entendí lo que me querían decir. Gente que no puede creer, admira y le brillan los ojos cuando les hablo del CRFS. Gente que me da aliento y me aplaude. Conocí también gente borracha, perdida, o que no vale tanto la pena. Pero más allá de una cosa o la otra, gente con "algo" con una historia. Una historia con la que, a veces más, a veces menos, me siento tocada. La quiero escuchar. 
Y mucha más gente así conocí en la vida, andando, caminando, haciendo mi camino. 

Y vuelvo a casa, y quiebro. ¿Por qué haces eso? ¿Después de tanto estudiar y trabajás en un bar? ¿Por qué te aislás? ¿Por que no querés escuchar este cuento? Facebook, Whats up, la historia del primo del vecino de la tía... Tus amigas que están tan lindas, son tan divinas, bla bla bla... SILENCIO. Quiero estar sola, quiero que no me hablen. 

¿Qué me está pasando?¿ Como un corazón puede querer tanto y querer patear al mismo tiempo? ¿Qué hay que hacer cuando a uno se le abren tanto, tanto los ojos que ya no los puede cerrar? ¿ Cómo vivir con la conciencia tan real? Te patea, no te deja mirar para otro lado. 

El Sábado a la noche no dormí, trabajé y después me quedé de fiesta... Sí, no me importó tomar un poco demás, y no me emborraché, no hice nada de lo que pudiera arrepentirme, disfruté, disfruté una noche con amigos... Amigos que hace solo una semana que conozco pero que me dan paz. Y el Domingo no dormí, y me fui a ayudarlos, cociné con ellos, me dejaron meterme, dar una mano, decidir, organizar y mandonear. Sentí que había encontrado una familia, que estaba viajando. 

Estoy un poco mareada, nerviosa... Descubriendo tantas cosas... Y no puedo, no puedo tenerle paciencia a la gente que no disfruta de verme crecer en el camino que estoy creciendo. Gente que tiene unas expectativas tan distintas... Necesito que vuelva mi paciencia.  Que alguien me abrace y me diga que va a estar todo bien, que me cuide. 

lunes, 16 de febrero de 2015

Estoy en busca de algo naranja y verde

Y me parto del dolor,
cuando en la vida, algo me patea y se me sacude la estantería.
Cuando se me presenta una razón para sufrir...
Y se me recuerda que tengo los ojos bien abiertos,
que ya nunca los voy a poder cerrar.

Me parto del dolor cuando me cuesta entender al mundo,
su egoísmo, su cinismo, su locura. Su... ya ni me salen palabras.
¿Y me dicen a mí que estoy loca por que me gusta mirar el cielo?

Me parto del dolor hoy, y no puedo llorar.
No me sale,
Es como una negación.
Por que hay muchas cosas que están mal en este mundo, muy mal.
Y me da bronca, y me da impotencia, y me dan ganas de patear todo y salir corriendo...

Las estrellas me miran y me dicen que no sea caprichosa, que no sea infantil...
Se enojan, y no me dejan caer, me tiran hacia arriba...

Por que así como hay muchas cosas que están mal en el mundo...
Hay una, que les gana a todas..
El amor.
En todas sus formas y en ninguna.
Sin pedir permiso, sin luchar... entra, se mueve,
nos usa para moverse, y nos gana...
Sin lenguaje, sin dar explicaciones.
Amamos y nos dejamos amar,
aún cuando no nos damos cuenta,
aún cuando sentimos su ausencia...
Esa ausencia tan resistida.
Resistida en vano, no vemos que refleja
el peso mismo que tiene el amor.

Quizás por eso me encuentro en las pequeñas cosas,
en tus ojos, en tu mirada, en tu sonrisa,
en un pan casero, una comida hecha... improvisando,
en un rancho, en el olor a humo.
Un gesto, un trago... una caricia, un apretón de manos,
una invitación a tu cotidianidad, o a esos espacios tan propios.
En ese beso, en ese abrazo que me rompe para armarme...
en esas cosas, que no te puedo explicar,
que sólo quienes las entienden, las comparten...
Y quienes no las entienden, me dicen que soy incapaz de sentir amor...

Capas tienen razón, soy incapaz de enamorarme, por que no se ponerlo en palabras,
en las palabras que este mundo espera de mí.

Por que sólo sé, dejarlo moverse por mí, en mí.





miércoles, 4 de febrero de 2015

Paz

¿ Y tu sensibilidad ? 
En tu alma. 

¿Y mi paz? ¿Dónde está?
¿Serías capaz de darme paz? 
¿Te animarías?

Tantas trabas le ponemos al corazón, 
tantas reglas. 

Yo te pido un hombro cuando no puedo más, 
para que me dejes caer sin chocar, 
para que te sientas fuerte al lado mío, 
para que disfrutes mi vulnerabilidad. 

Para que te lleves lo que a nadie más le quiero dar: 
mi debilidad. 

¿Me cuidarías? 
¿Te animás? 


Un Rosario por el Águila Coronada

Creo que lo único que hay para decir es :Gracias
Gracias a la vida que te trajo a este mundo y te compartió con nosotros. 
Gracias por haber sido un ejemplo. Ejemplo de mujer, esposa, madre y abuela. 

Compañera, compañera fiel por sobre todo. 
Con una fe inmensa y un cariño sin límite, único y geniuno. 
De pocas palabras, por que no las necesitabas. Desde los fideitos munición hasta las milanesas con puré nos malcriaste a todos. Aun que eso implicara siete menúes por medio día. Y obviamente que nos mandaras a hacer los mandados. 

Y me enseñaste que es mala educación preguntas ¿Qué hay de comer? o ¿Qué hay de postre? Cómo te enojabas...
Cómo nos retabas.. Y aún así sabíamos que era tu forma de decirnos cuánto nos querías. 

Méritos para el cielo decías siempre. Los tenés todos, todos bien ganados. Y espero que se cuiden allá arriba por que seguro ya los debes andar mandoneando. 

Tu casa siempre fue una escuela de la vida. Mi primer trabajo: sacando yuyos, $2 la hora y un almuerzo. Me compré mi primera bicicleta. 

Aprendí a tejer, a jugar al chinchón, a rezar un Rosario... Y a que nada en la vida viene siin esfuerzo. 

Gracias por entender y disfrutar mi locura. Y a cada uno de nosotros por lo que somos. Creo que todos coincidimos en que somos afortunados de los abuelos que tuvimos. 

Hoy te reencontrás con los que allá te esperan. 
Méritos para el cielo, bien ganados. 

Las personas que uno quiere no desaparecen, sólo se hacen invisibles. 

Ana, anita, Ana María, Anilla. Vieja loca para mí.

Hoy te haces águila, Águila rapaz, que desde arriba nos cuidas.