viernes, 26 de agosto de 2011

Camino del Inca


La humildad de sentirse afortunado
La certeza de saberse libre
La sabiduría de aceptar sus limitaciones
La fortaleza de superarse
La inmensidad de ver cómo todo se conjuga,
para sorprenderte con su perfección.
La pureza de vivir simple
La alegría de saberse acompañado
La serenidad de aceptar lo que venga
La inocencia de sorprenderse, siempre
El dolor, el alivio
Un llanto, una mano amiga, una loción mágica
La diminutez del ego,
frente a semejante escenario.
La paz de la naturaleza
La felicidad.

viernes, 12 de agosto de 2011

Autopista deseada

En celebración de un gran encuentro, una gran persona, una increíble charla.

Voy a visualizar tu mente como una autopista. Puede ser de cualquier tipo, cada persona tiene una autopista diferente según su mente. Hay autopistas con muchas vueltas, muchos puentes, semáforos y lomas de burro, otras solo tienen dos carriles, tranquilos, con autos ordenados, otras están muy arboladas, organizadas, otras no. Y así, podemos pensar miles de autopistas, cada una acorde a la persona, al sujeto. Claramente uno no elije la estructura de la autopista, porque es algo que viene con nosotros, desde que nacemos, y los pensamientos, nuestros autos, tampoco los elegimos al 100%, pero podemos aprender a manejarlos, cambiarles el tamaño, acelerarlos, se pueden chocar, uno puede avanzar y otro quedar atrás, podemos agregarle semáforos, o lomas de burro, sacarles otras. Y poco a poco, quizás sí ir cambiando la estructura de nuestra autopista, y el manejo de nuestros autos, nuestros pensamientos. Podemos imaginarnos su palanca de cambios, su exterior, interior, la energía con la que se nutren, muchas cosas, muchas analogías entre la autopista y la mente, y los autos y los pensamientos.
Y mis conductores, de vez en cuando van a aparecer en tu autopista, te van a hacer dedo, y de a ratos van a manejar tus autos, vas a estar a mi merced, cuando lo quiera necesario, me voy a bajar. Mientras tanto, puedo chocar tu auto, aquel en el que me meta, lo puedo llevar donde quiera, lo puedo acelerar. La puedo poner lluvia, sol o lo que quiere a tu autopista. Puedo hacer con ella lo que quiera. O simplemente puedo estar, yo en tu mente, y que tus autos me vean al pasar.
Vos también podes entrar en la mía o en la de cualquiera.
Lo importante es esto, nuestra mente es una autopista, acorde a nosotros y nuestros autos, nuestros pensamientos. Podemos empezar a conocernos a través de ellos, manejarlos, dirigirlos, chocarlos, cambiarlos. Lo que queramos.
Espacio abierto, libre de interpretaciones.

lunes, 1 de agosto de 2011

Silencio


En el silencio de dos miradas, mas de mil palabras
En lo opuesto, el complemento.
Y en el odio, un gran deseo de amor.
En tus caricias, delicadeza.
En mi sudor, esfuerzo.
En el viento, secretos de la vida, olores desconocidos, aromas de verdad.
En una despedida, un beso eterno que quiero recordar.
En una frazada, el calor del amor de mi abuela.
En un mate, el recuerdo de algún otro mate.
En sus manos, el paso de la vida, los logros del trabajo.
En tu danza, el arte de la fragilidad, en balance del equilibrio.
En un fruto, fuente de vida. En un niño, la esperanza.
En la caída, la oportunidad. En el fracaso, una nueva mirada.
He visto hambre, dolor. Crecí.

En el rio la fuerza, la sinergia.
En un abrazo, el recibimiento.
En una lágrima, partes del mundo entero.
En la luz, la mente. En la oscuridad, el silencio. En el silencio la paz de la mente en luz.
En tus pies, las ganas de conocer.
En el camino, sorpresas.

He sufrido, desamores, decepciones. Aprendí.
En el tiempo, el valor.
En tus ojos, tu alma.
En una reunión, Dios.
En la tormenta, expresión, revolución.
En el cambio, melancolía.
En una ventana, tus sueños.
En una hamaca, el destino.
En la arena, todos. En el aire, ninguno.

He creído, he soñado, he vivido.