miércoles, 27 de junio de 2012

Ventana sobre la irritabilidad

Desde hace un par de días que me ataca... Sin entender por qué, sucede que "todo me molesta", mínimas actitudes me provocan ganas de pegarle a mi interlocutor, y no hay persona que cumple con mis requisitos, con mis expectativas. A veces me pregunto, desde cuando sos una persona con expectativas? No era eso contra lo que luchabas?

Pinta que, de repente "irritación era mi segundo nombre" Empecé a buscar posibles causas, pero no las identificaba muy bien.
La sociedad, claro que sí. El exceso de consumo, consumo de todo: televisión para callar la mente, drogas para apagar el miedo, sexo para matar la ansiedad, descartables  simplemente para sentir el poder de desechar, hipocresía por demás, burocracia innecesaria, facebook. Y ahí me di cuenta, que lo que me estaba alterando, lo que me estaba irritando era MI actitud frente al mundo. El envolverme en esa vorágine de todo, y de nada a la vez. Remolinos de vientos tan libres como insignificantes que desestabilizan, y que percola? que decanta? Nada. Vorágine (y un tren llamado deseo).

Así me decidí a decirle "no" a mis primeros deseos y relajarme, quizás empezar de una vez, a disfrutar la nada, el todo. Enfrentar mi individualidad y mi separatividad ante el mundo. Asumir mi ser, y ver qué hay dentro. Tal vez el hecho de que ninguna persona cumpla con mis requisitos se esgrime en que YO no los cumplo. En que hay una brecha entre el decir/ querer ser y el ser tangible, presente.

No more tele, comer sola, mirando a la ventana, primer paso. No more facebook (eehh que te haces la anti sistemaaa???) realmente GREAT! Por qué? Por que realmente no me servía, acrecentaba en mí esos pseudoinstintos de los cuales pretende deshacerme. Y así se sucedieron las cosas... Y el Universo fue/ va respondiendo a ello.
Más caminatas al sol, más plazas, más amigos del pasado, que te traen un viento de recuerdo, y partículas de algún suelo, que hoy sí decantan en el suelo que se está formando (sólo para Edafólogos jaja)

Ingresando un poco en el mundo de los adultos, trámites, viajes, contactos, incertidumbres. Lo cual me hizo dar cuenta de que viajar te enseña, a manejar este tipo de situaciones, a desenvolverte, rebuscártelas, realmente es la mejor escuela para la vida.
Y en estos días también aprendí que gracias a las relaciones con los demás, me voy conociendo un poco más, a mi misma.