miércoles, 9 de enero de 2013

Dijo Don Juan


Aprender:

[...] Dijo que aprender por medio de la conversación era no sólo un desperdicio sino una estupidez  por que el aprender era la tarea más difícil que un hombre podía echarse encima. [...] Pero el saber cuán difícil era hallar mi sitio, y sobre todo saber que existía, me darían un peculiar sentido de confianza. Dijo que mientra yo permaneciese enclavado en mi "sitio bueno" nada podría causarme daño corporal, por que yo tenía la seguridad de que en ese sitio específico me hallaba lo mejor posible. Tenís el poder de rechazar cuanto pudiera serme dañino. Pero si él me hubiese dicho dónde estaba el sitio, yo jamás habría tenido la confianza necesaria para considerar esto como verdadero saber. Así, saber era ciertamente poder. 

Don Juan dijo entonces que siempre que un hombre se propone aprender, debe laborar tan arduamente como yo lo hice para encontrar aquel sitio, y los límites de su aprendizaje están determinados por su propia naturaleza. Así, no veía objeto en hablar de conocimiento. 

Dijo que los temores son naturales  todos los sentimos y no podemos evitarlo. Pero por otra parte, pese a lo atemorizante que sea el aprender, es más terrible pensar en un hombre sin aliado o sin conocimientos. 


"Ventana sobre mi MIEDO"

- Cuando un hombre empieza a aprender, nunca sabe lo que va a encontrar. Su propósito es deficiente; su intención es vaga. Espero recompensas que nunca llegarán, pues no sabe nada de los trabajos que cuesta aprender. Pero uno aprende así, poquito a poquito al comienzo, luego más y más. Y sus pensamientos se dan de topetazos y se hunden en la nada. Lo que se aprende no es nunca lo que se creía. Y así se comienza a tener miedo. El conocimiento no es nunca lo que uno se espera. Cada paso del aprendizaje es un atolladero, y el miedo que el hombre experimenta empezará a crecer sin misericordia, sin ceder. Su propósito se convierte en un campo de batalla" [..] "El miedo se queda oculto en cada recodo del camino, acechando, esperando. Y si el hombre, aterrado en su presencia, echa a correr, su enemigo habrá puesto fin a su búsqueda"

-No debe correr. Debe desafiar a su miedo, y pese a él debe dar el siguiente paso en su aprendizaje, y el siguiente, y el siguiente. Debe estar lleno de miedo, pero no debe detenerse. ¡Esa es la regla! Y llega un momento en que su primer enemigo se retira. El hombre empieza a sentirse seguro de sí. Su propóstio se fortalece. Aprender ya no es una tarea aterradora.

-Un hombre está vencido sólo cuando ya no hace la lucha y se abandona. 





De: Las enseñanzas de Don Juan. Carlos Castaneda.

viernes, 4 de enero de 2013

Santos

Me gusta verte hoy, 
Sentir el calor de tu abrazo, la frescura de tu risa.
El miedo de tu ausencia, 
la alegría de tu companía

La sencillez de nuestro entendimiento, 
lo natural de nuestros juegos. 
Ser ninios, 
ser exploradores. 
Escucharte y celebrar tu voz.
El hilo que conduce tu energía y la mía.
Tu sentir, en tu cantar.

Quererte por que sí,
abrazarte sin prejuicios.
Saber que sos Sol, 
que irradia amor.
Saber que sos amor, 
e irradias Luz.