sábado, 13 de diciembre de 2014

Dicen que viajando se fortalece el corazón

Todo día de lluvia amerita responderse algunas preguntas...

Manuel me preguntó por qué necesito viajar. Mi primer respuesta fue "porque me permite estar lo más afuera que puedo del sistema" y después me di cuenta que eso es una gran mentira... no lo estoy, y no es por eso por lo que necesito viajar. Eso es lo que pensaba la primera vez que viajé, que quería salir del sistema, de la opresión, de las expectativas, de las mentiras, del consumismo... Pero después me di cuenta que necesito encontrar mi lugar en el sistema, y que eso es lo que estoy haciendo.

Entonces ¿Por qué necesito viajar?
Por que me gusta, por que me hace feliz. Por que viajando encuentro, veo y aprecio muchas de esas pequeñas cosas que se me escapan en el día a día. No quiere decir que no existan, que no estén, sino que viajando estoy mucho más receptiva a dejarlas empaparme.
Conozco lugares nuevos, paisajes nuevos, atardeceres, amaneceres, relieves, árboles, desiertos, frío, calor, lluvia, sequía. Sed y hambre.
Viajando veo animales que no se qué son y me da curiosidad.
Mis sentidos se activan, se vuelven astutos. Mi atención se agudiza. Y lo importante es sobrevivir, vivir.
Viajando me sorprendo a cada instante, y todo, todo es una aventura. O yo lo vuelvo una aventura.
Por que viajando me enamoro a cada instante, aprendo, enseño. Encuentro y digo adiós a cada momento, y se me empapa el corazón, de personas, de sonrisas.
Viajando escucho música que nadie conoce, y me encanta.
Por que viajando, vivo sin lujos, y lo único que importa son las necesidades.
Me levanto sin saber qué voy a comer o dónde voy a dormir, y es una aventura descubrirlo.
Por que viajando las marcas no importan. No importa quién tiene más o quien tiene menos. Lo que importa es cuánto podes dar y cuánto te podes dejar ayudar.
Viajar me saca de la rutina, de lo que se vuelve cotidiano. Y veo una realidad que nadie nos cuenta, que no la pasan por la tele, que no la presentan en los diarios... que no es noticia, y es realidad.
Viajando la comida es mucho más rica.
Viajando todo lo que necesito está en mi mochila.
Nadie se queja si ando en patas.
Dos remeras y un pantalón es todo lo que uso, y a nadie le importa

.
Y todo lo que me hace falta, esta en una mano amiga.
Viajando lloro, me pierdo y me vuelvo a encontrar.
Viajando me invito al silencio, el tiempo deja de importar. El celular deja de sonar.
Encuentro paz.
Me doy cuenta de lo que más quiero. Y de lo que verdaderamente extraño.
Viajando reivindico lo que más creo, que lo único permanente es el cambio


Viajando soy mi mejor versión.

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