sábado, 8 de marzo de 2014

Amor.

No lastimes a tu corazón, 
que está cansado a veces de caminar. 
No le exijas más de lo que puede. Escuchalo.
Escuchalo cuando te dice que se quiere ir, que se quiere mover. 
Abrazalo, abrazate... Abrazo. 
Dale miel, la miel de Dios. O dale el Dios de la miel. 

Infrenable el movimiento, permanente la paz.
Que aquello que sea albergado por tu deseo, 
sea mecido por el destino, 
y sepa tu ser abrazarlo. 

Dale a amor a tu corazón, 
dale tu corazón al amor. 

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