Desearía que el momento que me trae a este vómito de palabras, no existiera.
Es como ese regalo que no te gusta y no sabes dónde poner.
Es como es llamado que no quieres atender, pero debes hacerlo.
Como una foto, mal enfocada.
Como un cuadro sin expresión.
Hay momento en que el mundo deja de girar, y la pausa es tan grande, que no sabemos en qué tiempo, dimensión, lugar, espacio vivimos. Tan si quiera qué es vivir.
Huracanes, volcanes, sunamis, terremotos, desprendimientos, tormentas. Tantos desastres naturales, tan naturales como un desamor, como este sentimiento.
Esa mezcla de acidez, dolor de cabeza, sueño ¿Sueño? Ganas de dormir, y que en realidad todo sea diferente.
Cuando las explicaciones no alcanzan, pero sobran.
Cuando la lógica pierde sentido.
Cuando lo pájaros no vuelan, y las lágrimas queman.
Cuando no aira, abrazo, chocolatada, picada que te quite el frío. Cuando todas las horas " son las más largas".
Ha sido muy tarde dijo Silvio, de alguna manera dijo Aute ¿Quién dijo qué?
Mares, y mares de pensamientos pasaron en sólo dos días y estar en mi casa no me deja estar bien, solo quiero correr y abrazar lo escombros, esos escombros que antes fueron un amor, un hijo, un marido. Esos escombros de una ciudad que una tarde dejó de existir, y de un alma ¿ Un alma? que se fue por la puerta de atrás, que emprendió otro viaje. Esa estación, vacía de presente, solo llena de recuerdos.
Temo a la madrugada.
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