sábado, 5 de diciembre de 2015

No está demás

No está demás de vez en cuando parar,
aceptar que ya no podemos más y que hay que abrir las compuertas....
Y dejar caer conceptos sobre uno mismo,
actuar "por impulso".

Ese impulso que se venía gestando en mi interior
y que por distintas razones iba ignorando.
Ese instinto mucho más sabio que mi propia conciencia.
Él me decía "ya es es hora, tenés que partir".
Y algún ente mismo de mi cabeza, más cercano a mi raciocinio
atentaba contra ese instinto, ese deseo, ese impulso.

No está demás hacerse ver, hacerse valer pensaba mi impulso,
y eso hizo.
A veces actúo así. Y es un patrón repetitivo,
Lentamente me voy acorralando a mi misma en un círculo,
cada vez más pequeño... cada vez con menos libertad.
Hasta que mi impulso, mi instinto y mi deseo toman poder
Y se expresan. Con consecuencias menos deseadas.

No está demás entonces preguntarme ¿Por qué?
Esa pregunta que me viene acompañando hace tanto tiempo.
No se porqué. Sólo sé que voy aprendiendo, que voy aclarando.

A veces me preocupo y me importan tantas cosas sin sentido claro,
mi instinto se enoja, se desilusiona de esa otra parte de su propio,
mi propio ser.

Pero como después de cualquier desamor,
después de que algo termina... incluso antes,
algo nuevo se va preparando.

Y nada me gusta más que empezar.

No está demás tener miedo,
estar cansada, sentirse triste de vez en cuando.
Nada de eso está demás, por que es parte de la vida misma.
No está demás frustrarse y no poder, y no llegar,
y seguir tirando, y peleando, con unas y garras,
como Gozzilla, como un ave rapaz,
como uno mismo.

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