lunes, 24 de septiembre de 2012

Tulio y Susana

María me abrazó mas con son sonrisa que con su manos, 
Y la mirada de Fer me dio a entender, que ya éramos compinches. 

Nada tienen que envidiarle a las descripciones de Poe, mis aventuras: 
Esperar en una plaza, sin saber quién va a venir, 
El secreto de una gallina y su pollo, 
los bonsais, el Perejil y el olor a Orégano
el taller, con cosas viejas sin usar, inventos sin terminar, 
ideas en el aires, y polvo, mucho polvo, 
risas que pintan la pared. 
Los zapatos negro de Margarita, que se parecen a los de mi profesor.

Viajando sin saber a dónde llegar, llegué a mi misma, 
una casa con un humedad,
y rastro de cucarachas de alguna vez, 
Una planta de naranja,

Jugar con los limites, 

acariciar sin prejuicios. 

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