María me abrazó mas con son sonrisa que con su manos,
Y la mirada de Fer me dio a entender, que ya éramos compinches.
Nada tienen que envidiarle a las descripciones de Poe, mis aventuras:
Esperar en una plaza, sin saber quién va a venir,
El secreto de una gallina y su pollo,
los bonsais, el Perejil y el olor a Orégano
el taller, con cosas viejas sin usar, inventos sin terminar,
ideas en el aires, y polvo, mucho polvo,
risas que pintan la pared.
Los zapatos negro de Margarita, que se parecen a los de mi profesor.
Viajando sin saber a dónde llegar, llegué a mi misma,
una casa con un humedad,
y rastro de cucarachas de alguna vez,
Una planta de naranja,
Jugar con los limites,
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